Ya llevamos más de un mes y medio en cuarentena. Esta situación está afectando a muchos sectores de la población a los que resulta difícil adaptarse a esta nueva rutina, como puede ser el caso de las personas con autismo. Desde Espai Menut nos preguntamos ¿Cómo afrontan esta situación de encierro?
Para arrojar luz sobre este asunto y facilitarnos el confinamiento en casa, charlamos con la polifacética Lluna Llunera. Detrás de su nombre artístico se encuentra la ondense Irene García Molina, Doctora en Psicología; investigadora especializada en autismo y experta en Mediación familiar. También es maestra de música y de piano y conocida por sus ilustraciones entorno a la figura humana.
>Estás interesada en la teoría de la mente, el autismo y el arte como vehículo de ayuda y comprensión, ¿cómo vinculas la situación actual de confinamiento a tus estudios?
Sí, supongo que cuando estás inmersa en el mundo de la investigación, cualquier situación la trasladas a tu campo de estudio. En mi caso, lo primero que pensé fue: ¿cómo estarán viviendo esta situación tan nueva las personas con autismo? Pues justamente ellos (y a través de las noticias lo hemos ido viendo) necesitan su tiempo, su espacio, poder salir a ‘desestresarse’ a la calle, saber qué va a pasar cada día, tener un horario definido y una estructura espacio-temporal clara. Y, justamente, estos días son días raros, convulsos y que las medidas o normas pueden cambiar de un momento a otro. Si ya nos cuesta a las personas neurotípicas batallar con esta realidad, imaginemos la ansiedad que pueda provocar todo esto a persona que les suelen gustar las rutinas, que suelen ser inflexibles y que no les gustan los cambios.
“Si ya nos cuesta a las personas neurotípicas batallar con esta realidad, imaginemos la ansiedad que pueda provocar todo esto a persona que les suelen gustar las rutinas, que suelen ser inflexibles y que no les gustan los cambios”.
Para mí la Teoría de la Mente es todo: cómo actuamos, cómo pensamos, cómo ‘leemos la mente’ de los demás, cómo decidimos, cómo juzgamos, cómo engañamos, incluso cómo decidimos qué vamos a hacer para cenar. Pues, esta es la capacidad que tenemos de entender los estados mentales ajenos (deseos, creencias, intenciones, emociones) y actuar conforme a ellos. Dicho de otra forma: la capacidad para ponernos en la piel de otro: si yo sé que a mi compañera de piso le encanta el brócoli y debo hacer yo la cena, aunque a mí no me guste, le haré brócoli para ella. Pues bien, esto (aunque con este ejemplo resulte casi absurdo), lo hacemos constantemente, y en la situación que estamos viviendo se puede observar cómo la gente, desde sus ventanas (las de verdad y las virtuales) están constantemente atribuyendo pensamientos, creencias, e intenciones a los demás, y están empezando a aflorar también la atribución de las ‘malas’ intenciones (pues el confinamiento puede llegar a sacar a la luz este tipo de pensamientos y hacernos caer en la cítrica y en usar mal una capacidad en la que somos ‘expertos’). Hace poco salió una noticia de una madre que tenía que ir con un cartel que ponía: “Mi hijo tiene autismo”, porque los vecinos les criticaban por salir a la calle (juzgaban erróneamente su comportamiento como ‘malo’, cuando en su caso, era necesario). Sin embargo, no todo es malo, también estamos saliendo a aplaudir a los balcones por esta misma capacidad, pues nos sabemos poner en la piel de sanitarios, de cuidadores, de limpiadores… y salimos a aplaudirles porque pensamos, porque creemos que eso les puede motivar y agradar. Siguiendo con los balcones, a través de la música, de audiovisuales o de bailes, estamos intentando animar, entretener y sacar una sonrisa a nuestros vecinos, pues el arte también ha tenido un papel importante durante estos días. Al final del día, estamos demostrando que, aun siendo días difíciles, estamos mandando nuestros mejores deseos a todo el mundo, a través de aplausos, recogida de alimentos o conciertos en las azoteas.
“Estamos saliendo a aplaudir a los balcones porque nos sabemos poner en la piel de sanitarios, de cuidadores, de limpiadores… y salimos a aplaudirles porque pensamos, porque creemos que eso les puede motivar y agradar”
>¿Cómo puede ser la vida en confinamiento de una persona con autismo?¿Qué tipo de consejos y rutinas aplicarías en las familias?
Las personas con autismo suelen tener comportamientos restrictivos y seguir actividades restringidas y repetitivas, como rutinas o normas. Les gusta que las cosas no varíen, y sentirse seguros en qué es lo que va a pasar en todo momento. Por tanto, cuando algo se ‘sale de este camino’ pueden sufrir crisis y tener conductas disruptivas. Imaginemos un episodio muy duro de estrés o ansiedad. Por eso, es importante que estas personas puedan tener su espacio para poder salir a la calle, para respirar un poco de aire fresco. También es importante readaptar los horarios en casa, es decir, que ellos y ellas tengan claro en todo momento qué se va a hacer ese día y cuándo. Para ello, un recurso práctico y efectivo es realizar horarios o historias sociales (frases visuales) con pictogramas (dibujos que representan una cosa, persona o actividad). La página de ARASAAC o #SoyVisual, por ejemplo, tiene infinidad de recursos para poder organizar todas las actividades que se pretendan hacer durante el día de forma visual.
“Las personas con autismo suelen tener comportamientos restrictivos y seguir actividades restringidas y repetitivas, como rutinas o normas. Les gusta que las cosas no varíen, y sentirse seguros en qué es lo que va a pasar en todo momento”
>Has sido una de las personas encargadas del ‘Espai de 4 a 10′ en el Auditori de Castelló… ¿ En qué consistía esta iniciativa? ¿De dónde nace?
Sí. ‘Espai de 4 a 10’ es una actividad musical magnífica que llevábamos a cabo desde Espai Clàssic (junto con Diana Pérez y Natalia Bort), con mi compañera Lluïsa Ros, las tardes de concierto de abono en el Auditori i Palau de Congressos de Castelló. La idea surgió gracias a Alfons Ribes (delegado territorial del IVC en Castelló) quien es un acérrimo defensor de que las familias puedan disfrutar de los conciertos de música en el auditorio, y como desde Espai Clàssic nos regimos por la misma creencia la idea se transformó de inmediato en realidad. En sí, ‘Espai de 4 a 10’ es un espacio donde los niños y niñas entre 4 y 10 años pueden tocar instrumentos (de pequeña percusión, cajones flamencos, marimbas e incluso cellos y violines), experimentar, conocer compositores, en definitiva, crear lazos con la música. Las actividades que realizábamos iban desde el visionado de alguna pieza que la familia estaba escuchando en la sala de al lado, creación de instrumentos ‘caseros’, disfraces de músicos o relacionados con las piezas que ese día se interpretaban (por ejemplo: Star Wars, Piratas del Caribe, el Carnaval de los Animales…), a veces íbamos a ver al afinador de pianos, o incluso tuvimos la suerte de que alguna vez el intérprete vino a saludarnos (como en el caso de James Rhodes). Una de las mejores sensaciones era cuando niño y familia podía irse del auditorio de la mano hablando del mismo concierto o comentando lo bien que se lo habían pasado, o mejor, ¡cuando aportaban algún dato sobre el compositor, intérprete o pieza que el adulto desconocía!
> Sigues muy vinculada al espectáculo pero, ahora, desde casa, con La Rabera Eclèctica. ¿Qué tipo de proyecto es? ¿De dónde surge la necesidad de hacer un proyecto como este?
Pues la asociación cultural de La Rabera es eso: muy ecléctica. Somos una agrupación de artistas del campo de la música, teatro, poesía, fotografía, pintura, danza… Tenemos diferentes espectáculos que defienden la lengua, el feminismo, nuestras raíces, nuestra cultura a través de la literatura. Entendemos nuestros recitales como una herramienta de reivindicación, de reflexión, y por supuesto, también de diversión. La idea original nació hace 10 años ya, cuando solo éramos tres integrantes y decidimos movernos y realizar un espectáculo, Veus Femenines (nuestro primer recital), para reivindicar el papel de la mujer en la literatura: un recital que contemplaba poemas y textos de mujeres de diferentes épocas (Dolors Miquel, Isabel-Clara Simó, Wislawa Szymborska, Maria Mercè Marçal, Gioconda Belli…) junto con una puesta escénica teatral, musical e incluso visual (con pintura en directo).
“Entendemos nuestros recitales como una herramienta de reivindicación, de reflexión, y por supuesto, también de diversión”
A raíz de la situación actual y la sobrevenida cancelación de los eventos culturales, decidimos volver a juntarnos virtualmente a través de redes sociales o Youtube y hacer algo todos juntos para diferentes fechas destacadas: el día de la poesía, Sant Jordi o el 25 de abril. De este modo, en las últimas semanas hemos realizado varios vídeos recomendando libros, leyendo poemas, interpretando, cantando y tocando instrumentos.
> También acabas de publicar una nueva iniciativa llamada DiversitART, ¿Puedes explicarnos en qué consiste?
DiversitART’ es un proyecto que coordino dentro del Máster de Psicopedagogía de la Universitat Jaume I que trata de reivindicar, dar una visión crítica y mostrar diferentes temáticas – muchas veces ocultas o desconocidas – sobre los diferentes trastornos del neurodesarrollo (autismo, trastornos de conducta, TDAH, tartamudez…). Temas como los falsos mitos, las diferencias de género o la repercusión de los contextos que nos rodean son algunos de estos temas tabú. La idea principal es, responder, a través del arte a la pregunta: ¿podemos dar voz a través del arte a las personas con algún tipo de trastorno del neurodesarrollo y hacer recapacitar a la sociedad sobre dichas temáticas tabú?. Para dar respuesta a la cuestión, los estudiantes, agrupados según una disciplina de arte (artes plásticas, literatura, performance…) reflejaron estos aspectos con obras ya existentes y creando sus propias obras. Dichas obras iban a ser expuestas en la Universitat Jaume I, pero como las clases presenciales se cancelaron, finalmente se organizará una galería virtual a través de una página web, donde se expondrán todas las obras desde el 11 de mayo. La intención es ‘abrir’ la exposición, no solo para la gente de la universidad, sino para todo el mundo que quiera visitarla virtualmente. Además, durante estos días previos a la exposición virtual podremos seguir las actualizaciones a través del hashtag #diversitartUJI y en las diferentes redes sociales: en Facebook, Instagram y Twitter.
> Eres artista plástica y tu obra está muy relacionada con la música. ¿Qué papel crees que está teniendo el arte y la música en este confinamiento?
Creo que el arte, en general, está teniendo uno de los papeles más importantes a nivel psicológico: iniciativas, retos, distribución en abierto de de material, cursos, vídeos, películas…, conciertos en los balcones, directos desde las redes sociales de artistas que nos enseñan sus técnicas, sus guitarras, sus casas, que hace que no caigamos en el aburrimiento, la ansiedad o el estrés. Hace poco me venía a la mente algo así como: ‘el arte nos salvará de no terminar todos majareta’. Creo que es verdad. Es un alivio poder mostrar al mundo tu obra, poder crear (yo al menos creo más cuando las cosas van mal que cuando las cosas van bien), poder conectarse un sábado por la tarde a escuchar a tu cantautor favorito con las luces medio apagadas y lo que queda de un vino que abriste antes del confinamiento. Este altruismo, es la parte buena de un sector que, con sus manos, con sus ideas, con la mejor de las intenciones está ayudando a que este tiempo se pase un poco mejor.
“Creo que el arte, en general, está teniendo uno de los papeles más importantes a nivel psicológico”
Entiendo ese afán por crear y por mirar a través de la ventana virtual, pero eso no siempre es bueno. Debemos recapacitar. Estamos ‘consumiendo’ un arte mayoritariamente gratuito, generalmente regalado. Pues desgraciadamente a los artistas nos une una crítica común: mi arte no se regala, mi arte me ha costado una inversión de tiempo y dinero. A raíz de esto, cierto es que hay iniciativas de ‘taquilla inversa’ o cursos donde a los artistas se les paga un tanto por cien. Sin embargo, no estaría de más que otro tipo de iniciativas pudieran salir de esferas mucho más superiores que las locales o incluso las autonómicas. Medidas que pudieran hacer sentir a nuestro colectivo la importancia real que está teniendo en muchos hogares durante la situación actual – y que no caiga en el olvido cuando todo esto pase.
“Debemos recapacitar. Estamos ‘consumiendo’ un arte mayoritariamente gratuito, generalmente regalado”
> Para finalizar, como experta en mediación familiar y desde tu función pedagógica para niños y niñas, ¿podrías darnos algunos consejos para hacer actividades relacionadas con la música o algunos recursos?
Dependerá mucho de la edad del niño o de la niña, de su personalidad y de la disponibilidad (tiempo) de la familia.
- En términos generales optaría por intentar hacer cosas manipulativas: dibujar, pintar, experimentar con diferentes técnicas, formatos, materiales.
- También dejar volar la imaginación y disfrazarnos, con lo que tengamos por casa: fabricar con cartones un bote y con sábanas unas velas, hacer una cabaña con las sillas del comedor y debajo de ellas leer el mejor de nuestros cuentos o empezar un libro que compramos hace tiempo.
- Construir instrumentos musicales de pequeña percusión o viento: maracas (con botellas y arroz), tambores (con botes y palos) ‘guitarras’ (con cajas de zapatos y gomas) … y con ellos realizar conciertos en casa.
- Practicar la técnica de la Antotípia (revelado de fotografía sin químicos, reveladores ni fijadores) – para más información, en el Instagram de @martiandinach hay stories sobre cómo realizarlo. Y un largo etc.
- Además, encontraremos material online en páginas como la del CEFIRE artístico-expresivo de Castelló con recursos del área de artes plásticas, visuales, audiovisuales, música y artes escénicas que se encuentran divididos dependiendo del lugar de la casa donde se pueden hacer o que dicho espacio se relaciona con la pieza (cocina, baño, comedor…).
- En el Laboratorio de Música de Chrome encontraremos un taller on-line de experimentación musical (ritmo, espectrogramas, arpegios, ondas sonoras, grabadora de voz…).
- También nos podemos divertir con los conciertos de música clásica de André Rieu y la Orquesta Johann Strauss en Youtube. Estos espectáculos suelen gustar mucho, sobre todo a los más pequeños, que pueden danzar con pañuelos mientras suenan las piezas o jugar a ser directores de orquesta.
- Museos como el Prado, la galería Tate o el MoMa ofrecen tours de sus obras más célebres comentadas para niños y niñas, así como cursos online para más mayores.
- Y, por último, (y no por ello menos importante) recomendaría aburrirnos, que también nos hace falta. Esa sensación inconmensurable de poder estar bien haciendo nada. Aunque sea unos minutos al día.
_foto de portada: la artista Lluna Llunera, por Marcos Amuedo.
