La imagen de Jesús Gallardo rodeado de niños y niñas levantando el dedo con las pulseras rosas en sus muñecas para pedir turno en el taller de batería, en el que demostraron tener un sentido del ritmo que para sí quisieran muchos mayores, ilustra muy bien lo que ocurrió en el claustro del Museu de Belles Arts de Castellón: una mezcla perfecta de música, creatividad, diversión y participación. El festival de música y artes escénicas para grandes y pequeños, The Mamas & The Papas se estrenó el sábado pasado con un éxito rotundo, tanto artístico como de asistentes, aupado también por un día deslumbrante y un emplazamiento inmejorable.
Jesús Gallardo, durante el taller de batería en el festival The Mamas & The Papas, el pasado sábado en el Museu. Fotos: Pau Bellido (ACF Fotografía).
Todo sumó, desde la calidad de las actuaciones hasta los talleres pasando por la predisposición del público familiar, para que fuera un día redondo. Y eso que la mañana empezó titubeante. La actuación del trío de música de cámara Somtresons y la pintora Ana Beltrán, narrando una historia con sus pinceles, fue la encargada de recibir a los primeros niños y niñas en la alfombra de césped artificial que la organización dispuso bajo unos toldos frente al escenario. El concierto de música jazz de Yei Yi & Co también dio paso a los talleres de pintura sobre cerámica, pintacaras, globoflexia o acuarelas para colorear distintos logos del festival, con una buena distribución de los distintos espacios.
Con el concierto de The Bitters Tribute Band se empezó a registrar la máxima afluencia de público en el festival The Mamas & The Papas. Las versiones de los Beatles más inmortales y asequibles se apoderaron del claustro del Museu con un montón de camisetas de la banda de tributo castellonense en las primeras filas y la paella que empezaba a asomar por uno de los laterales. El Goma DJ le puso banda sonora a la comida con grandes y pequeños a la sombra para dar paso a la actuación de Bandada Payasas en la sobremesa, con un espectáculo protagonizado por nueve actrices muy rodadas en hospitales con la ONG PayaSOSpital, que se dejaron la piel para hacer reír y bailar a los más pequeños, tirando de música y narices rojas.
El taller de batería de Mondo Rítmic con Jesús Gallardo a las baquetas, uno de los más concurridos y acertados del día, cerró las actividades creativas del festival para dar paso a la despedida final con el concierto de Noesruido. El tándem David Bueno-Fede Trillo se hizo acompañar en esta ocasión por Tomás E. Panzone a la batería para estrenar en directo las canciones de su disco de debut, ese que habían logrado financiar a través de micromecenazgo días antes en un abrir y cerrar de ojos. La novedad del repertorio, los problemas de sonido iniciales y el cansancio acumulado de toda la jornada hicieron que tardara en saltar la chispa habitual que caracteriza sus conciertos. Pero su ritmo power-pop y el gancho de sus estribillos fueron calando y, a pesar de no estar familiarizados con ellas, los pequeños terminaron coreándolas encima del escenario. La valiente apuesta de Noesruido terminó recibiendo su recompensa y, de hecho, ya les esperan nuevos conciertos, como el de Puerto de Sagunto el 21 de junio.
En definitiva, una jornada de diversión, música y creatividad compartida entre madres, padres, hijos e hijas (también más de un abuelo) en un escenario perfecto como el claustro del Museu. En Espai Menut estamos muy satisfechos de haber puesto nuestro pequeño granito de arena como medio colaborador. Esperamos que The Mamas & The Papas tenga continuidad en 2015.
El claustro del Museu, repleto de público durante el concierto de The Bitters Tribute Band en The Mamas & The Papas. Fotos: Pau Bellido (ACF Fotografía).
