La grabación del videoclip de la canción del verano de un grupo mexicano es el punto de partida con el que Animasur pondrá patas arriba la plaza del Ayuntamiento de Almassora el sábado 21 de abril a partir de las 18.00. ¿Por qué? Porque es pura diversión. Farsantes, que así se llama la obra, es una propuesta de realidad-ficción que obtuvo el primer premio del Festival de Teatro Sin Telón en 2011.
Un director de cine mexicano, un cantante y una cantante simulan rodar (¿o lo ruedan de verdad?) su canción del verano mientras el público ¡actúa! Sí, sí, actúa. A partir de ahí comienza lo bueno: el rodaje. Lleno de momentos divertidísimos entre los protagonistas y el director, y de los técnicos con el público, que participa en la acción como protagonista al mismo tiempo.
Teatro de calle en su máxima esencia y humor, mucho humor. José Antonio Pascual, director de Animasur, destaca que se trata de un espectáculo para “todos los públicos” y asegura que “los niños flipan con la obra y participan activamente”. Hay cámaras, música, travellings… Vamos como un videoclip real como la vida misma. Mira este vídeo si no te lo crees.
Animasur juega a la mentira. “Animamos al público a que se conviertan en extras de un grupo musical mexicano de primer nivel. Jugamos al despiste. Muchos chavales quiere participar. Y aunque van dándose cuenta de que es farsa, les da igual”, subraya Pascual. Y garantiza risas por un tubo: “Se van a olvidar de la crisis”.
¿Pero seguro que es una obra de teatro? Porque al final sí que hay videoclip. Si queréis saber como acaba toda esta historia, apuntad la cita en la agenda: sábado 21 de abril, a las 18.00 en la plaza del Ayuntamiento. Y es gratis.
Esta será la segunda jornada del ciclo Almassora Circ, programa que clausurará el sábado 5 de mayo Laura Kibel, con la obra A pie de muro, en la misma plaza y a la misma hora. Otra propuesta que tiene una pinta estupenda. La artista italiana trabaja el teatro visual. Su espectáculo está caracterizado por una técnica de animacion en la que utiliza sus pies, piernas y rodillas como títeres.
Cada parte de su cuerpo se transforma y se caracteriza delante de los espectadores, creando personajes fascinantes y llenos de expresividad. En escena, fragmentos de pantomima musical accesible a todo tipo de públicos, edades e idioma… un verdadero cuento escénico en el que no hacen falta palabras.
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