En verano (y en fiestas como la Magdalena) llegan los días enteros fuera de casa y las comidas y cenas en la calle. Muchas veces se tira de bocadillos comprados en el bar más cercano y, otras, de cenas improvisadas y tardías al llegar a casa. Pero también se puede optar por el tupperware, gran aliado de trabajadores y de niños. ¿No os lo creéis? Pues mirad: de primero, brochetas de tomate cherry y queso mozzarella; de segundo, tortilla de patatas, zanahoria y jamón y queso y, de postre, tartaleta de manzana. Todo, en una única fiambrera.
40 gramos de gramos de queso.
30 gramos de jamón de York (el equivalente a una cortada grande).
80 gramos de cebolla (más o menos, la mitad de una cebolla mediana).
180 gramos de patatas (aproximadamente, una patata grande).
80 gramos de zanahoria (el equivalente a una zanahoria grande).
6 huevos grandes.
250 gramos tomate cherry (la cantidad de tomate a utilizar variará en función del número de comensales).
125 gramos de queso mozzarella fresco y en porciones pequeñas (variará en función del número de comensales).
1/2 cucharadita de orégano.
Aceite de oliva.
Sal.
1 lámina de masa de hojaldre.
1 manzana golden grande.
40 gramos de miel.
120 mililitros de agua.
1/2 cucharilla de canela en polvo.
1 cucharada de zumo de limón.
3 hilos de azafrán.
3 cucharadas de almendra en polvo.
3 cucharadas de azúcar lustre.
Que no cunda el pánico. La propuesta culinaria de hoy es mucho más fácil de lo que parece a simple vista. Tanto, que perderemos más tiempo en enumerar los diferentes platos de que está compuesta que en elaborarlos. Fijaos: para la preparación de las brochetas, tan sólo deberemos ensartar el tomate cherry y la mozzarella en un palillo mondadientes y verteremos sobre ellos un chorrito de aceite de oliva, sal y orégano.
Para la elaboración de las tortillas, únicamente deberemos cortar el queso y el jamón de York en porciones de aproximadamente 5 milímetros de grosor y pelar la cebolla, la patata y la zanahoria. Después, picaremos la primera de las verduras en dados de, más o menos, 5 milímetros de grosor; la segunda, la haremos cachelada, es decir, la romperemos con el cuchillo y en pequeñas porciones y, la tercera, la rallaremos. Una vez finalizadas estas tareas, pondremos a calentar aceite en una sartén y, cuando alcance la temperatura idónea, caramelizaremos la cebolla, es decir, la pocharemos, agregaremos el azúcar, después el vinagre, dejaremos que este último se evapore y retiraremos del fuego. En el mismo recipiente y con el aceite restante, freiremos las patatas y mezclaremos con la cebolla, con dos huevos que habremos batido previamente y con sal. Finalmente, verteremos esta mezcla en los moldes de silicona para magdalenas que habremos engrasado con aceite de oliva con anterioridad.
Haremos lo mismo con la zanahoria rallada y con el queso y el jamón de York: agregaremos los huevos batidos –dos unidades por cada tortilla–, salaremos e introduciremos la mezcla en los moldes. Una vez llenos todos los recipientes, hornearemos a 180º durante 10 o 15 minutos, en función del tamaño de la tortilla, y, una vez cuajada, dejaremos enfriar y desmoldearemos.
Y, para el final, dejaremos la elaboración de la tartaleta de manzana. Para preparar este delicioso postre, cortaremos la masa de hojaldre en círculos de, más o menos, 10 centímetros de diámetro y, con ayuda de un tenedor, haremos pequeños agujeros sobre ella. Después, pelaremos las manzanas, extraeremos su corazón y la cortaremos en láminas que rociaremos con un poco de limón para evitar que se oxiden. Una vez listas, pondremos a hervir el agua con la canela, la miel, dos o tres hilos de azafrán y unas hojitas de menta y, cuando llegue a ebullición, añadiremos las láminas de fruta. Cuando la manzana se haya ablandado, la extraeremos del recipiente y dejaremos que el líquido espese hasta convertirse en jarabe. Espolvorearemos almendra en polvo encima del hojaldre, dispondremos las láminas de fruta sobre ella y pintaremos la manzana con jarabe. Hornearemos a la misma temperatura que las tortillas, es decir, a 180º durante 12 minutos y, una vez cocida la tartaleta, extraeremos del horno y dejamos enfriar.
Por último, dispondremos las brochetas, las tortillas y la de manzana en un tupperware y disfrutaremos al aire libre de esta comida.

1. Una vez insertado el tomate cherry y el queso mozzarella en un palillo mondadientes, cortar el queso y el jamón de York en porciones de 5 milímetros de grosor, aproximadamente.

2. Pelar la patata y la cebolla y picar la primera en dados de, más o menos, 5 milímetros de grosor y la segunda, del mismo tamaño pero cachelada, es decir, rota por el cuchillo.

4. Calentar aceite de oliva en una sartén y, cuando alcance la temperatura necesaria, caramelizar la cebolla; es decir, una vez pochada, añadir azúcar y vinagre blanco y dejar que este último se evapore.

6. Batir los huevos y mezclar dos de ellos con las patatas y las cebollas, otros dos con la zanahoria rallada y los dos restantes con el jamón de York y el queso. Salar al gusto.

8. Verter en los moldes de silicona la mezcla de cada una de las tortillas, introducir en el horno que previamente habremos precalentado a 180º y cocer de 10 a 15 minutos en función del tamaño de los moldes y de la cantidad de mezcla con que los hayamos rellenado.

10. Pelar la manzana, extraer su corazón y cortar en láminas finas. Rociar con un poco de zumo de limón para evitar que se oxide.

12. Cuando el agua llegue a ebullición, añadir las láminas de fruta y cocer hasta que estas se ablanden.