No hace falta tirar de estudios y estadísticas para darse cuenta de que los niños españoles comen muy pocas verduras y, aún menos, si estas son crudas. Algunos lo hacen porque no pueden. Otros, por hábitos adquiridos, porque sus padres no las comen y ellos siguen su ejemplo. Pero muchos –la gran mayoría- lo hacen porque no les gustan. Así, simple y llanamente. Si les preguntas el por qué pocos sabrán responderte y sólo los más osados, ante las presiones paternas, pronunciarán un “por el color”, “porque están frías” o, incluso, “porque están duras”. Ante estas respuestas tajantes y el diálogo sin fin que desencadenan, poco podemos hacer: seguir buscando nuevas formas de presentar las hortalizas crudas hasta que un día, como por arte de magia, como nos pasó a todos, les empiecen a gustar.
Y como no siempre se dispone del tiempo ni de las ganas para buscar nuevas propuestas gastronómicas, os damos una idea. Se trata de una ensalada que, de verduras, tiene poco: tan sólo un mix de hojas verdes que van desde la hoja de roble y espinacas hasta la rúcula y el canónigo. ¿El resto de ingredientes? Mango, aguacate, langostinos rebozados en quicos y salsa rosa. Un plato sencillo que, como entrante para fechas destacadas como cumpleaños, cenas con amigos o Navidades, viene genial y que acepta ingredientes tan variados como el maíz, la zanahoria, las pasas o los palmitos siempre, claro está, que vuestros hijos disfruten de estos alimentos. También es posible substituir el mix de hojas por otras que se adapten mejor al paladar del niño como la lechuga valenciana o los cogollos de Tudela.
- 500 gramos de langostinos (aproximadamente ocho langostinos grandes)
- 160 gramos de quicos
- 1 huevo
- Harina para rebozar
- 1 aguacate mediano
- 1 Mango mediano
- 100 gramos de brotes de lechuga variados (las puedes encontrar en el supermercado limpia y en bolsa)
- 1 tacita de café de Brandy o Coñac
- 3 cucharadas de mayonesa
- 3 cucharadas de kétchup
- ½ cucharadita de zumo de naranja
- 1 o 2 gotitas de tabasco
- Aceite de oliva
La elaboración de esta ensalada es más que sencilla. Lo primero que deberemos hacer es sacar las verduras del refrigerador para que, a la hora de la manipulación y emplatado, estén a temperatura ambiente. Después, moleremos los quicos con ayuda de un robot de cocina y extraeremos la piel y la cabeza de los langostinos, dejando únicamente la cola. Los restos del marisco no los tiraremos: los flamblearemos y el jugo que se desprenda de ellos lo utilizaremos para elaborar la salsa rosa.
Para ello, podremos a calentar en una sartén un chorrito de aceite de oliva, saltearemos las pieles y cabezas del langostino y, cuando hayan perdido intensidad en el color, verteremos el brandi y prenderemos la mezcla con ayuda de un mechero, vigilando en todo momento la sartén y sin encender el extractor nunca. Cuando las llamas se hayan apagado y el jugo adopte una textura más espesa, extraeremos del fuego, colaremos y, una vez templado, ligaremos una cucharada de esta mezcla con la mayonesa, el kétchup, una cucharadita de zumo de naranja y, si queremos, una o dos gotitas de tabasco. Reservaremos esta mezcla en la nevera hasta la hora del emplatado.
Finalizada esta tarea, pelaremos el mango y el aguacate y los cortaremos en dados y pasaremos los langostinos por harina trigo, por huevo batido y, por último, por los quicos molidos. Calentaremos aceite en una sartén ancha y freiremos en él los langostinos. Cuando adquieran un tono dorado, apagaremos el fuego y dejaremos que pierdan el exceso de grasa en un plato con papel absorbente. Es importante que, para que los langostinos conserven su calor y una textura crujiente, dejemos este paso para el final.
Listos los ingredientes, procederemos al emplatado. Mezclaremos los dados de mango con los diferentes tipos de lechuga y hojas y adornaremos con los langostinos rebozados en quicos y con la salsa rosa.

1. Moler los quicos con ayuda de un robot de cocina y extraer las pieles y cabeza de los langostinos dejando, únicamente, la cola.

2. Calentar una cucharadita de aceite de oliva en una sartén, saltear las pieles y cabezas de los langostinos y, cuando adquieran un color más rosado, añadir el Brandy y flambear. Dejar reducir el jugo, colar y, una vez templado, ligar con la mayonesa, el kétchup, el zumo de naranja y, si así se desea, con Tabasco.

3. Pelar el mango y el aguacate y cortar ambas frutas en dados de semejante tamaño.

4. Pasar los langostinos por harina, huevo y el polvo de quicos, siguiendo este orden. Después, calentar aceite de oliva en una sartén, freír y extraer del fuego cuando adquieran un tono dorado. Dejar que reposen en papel absorbente para que pierdan el exceso de aceite y mezclar con los brotes de hojas y el resto de ingredientes.
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