¿Por qué no existen recetas milagrosas para aprender inglés con internet? ¿Por qué no puede haber un listado de las 10 mejores webs para aprender inglés? Ya nos lo pensábamos, pero por mucho que nos encantaría tener una fórmula mágica para que nuestros hijos e hijas aprendieran inglés con herramientas como internet parece que desgraciadamente no existen. Pero internet sí es una herramienta útil, potente y asequible para reforzar el aprendizaje de lenguas puesto que nos ofrece contacto, autonomía y autenticidad. Así nos lo explica Richar Nightingale en esta segunda entrega de la colaboración con los investigadores e investigadoras del grupo de Lingüística Aplicada a la Enseñanza de la Lengua Inglesa, LAELA, de la Universitat Jaume I, que arrancamos el pasado mes de febrero con una reflexión sobre el inglés más allá de la escuela.
RICHARD MARK NIGHTINGALE*
Todos los padres y madres queremos lo mejor para nuestros hijos e hijas y hoy en día una de las preocupaciones más presentes es como aportarles una buena base de inglés. Vivimos en la época de la globalización y queremos que nuestros hijos e hijas tengan todo lo necesario para poder afrontar los futuros desafíos que les supondrá un mundo interconectado e internacionalizado. Sin duda, para igualar las condiciones laborales frente a los otros jóvenes europeos, una de las herramientas más potentes es el dominio del inglés. A tal efecto, los padres nos esforzamos mucho para darles oportunidades, apuntándolos a academias privadas, colegios “bilingües”, exámenes oficiales, e incluso estancias en el extranjero. Pero todo esto resulta muy caro y hay muchas familias que no se lo pueden permitir. Por suerte tenemos a nuestro alcance un recurso que, aunque no sustituya todo lo mencionado antes, nos ofrece un apoyo considerablemente más asequible.
El uso de internet aplicado al aprendizaje del inglés ya ha recibido la atención de muchos estudios académicos del campo de la lingüística y es indiscutible que se trata de una herramienta poderosa en este aspecto. En general, internet nos puede ayudar porque es fácil de acceder y fácil de gestionar en el entorno familiar. Además, mientras los niños tienen acceso al inglés también aprenden a utilizar las nuevas tecnologías (y si los ayudamos podemos mejorar el inglés nosotros también). A continuación, voy a destacar tres áreas específicas en las cuales se puede aprovechar internet para aprender inglés, pero antes de hacerlo quiero desacreditar un mito popular.
Por mucho que queramos, no existen “las 10 mejores webs para aprender inglés” y tampoco conseguirás “aprender inglés en mil palabras”. Lamentablemente, esas cosas son estafas y lo peor es que nos dan a entender mal el aprendizaje de idiomas. Un idioma no es un producto acabado que se puede comprar en el centro comercial. Así mismo, aprender un idioma es un proceso, además es un proceso largo, complejo y propenso a retroceder si el contacto y el uso no se mantienen. Muchos padres ya lo saben pero hay otros que no, cambiar la mentalidad de “idioma=producto” es algo que tendríamos que hacer si de verdad queremos ayudar a nuestros hijos e hijas. Por otro lado, no se puede negar que una búsqueda rápida destaparía una amplia gama de recursos gramaticales pero, aparte de poder no ser muy adecuados para los niños, no aprovechan el potencial de internet como recurso didáctico.
Ahora bien, ¿para que sirve internet pues? Desde mi punto de vista, se pueden destacar tres áreas:
- El contacto: Hace falta un contacto constante con un idioma para poder mantenerlo. Es decir, los idiomas luchan entre ellos para conseguir nuestros recursos cognitivos y, a la hora de “distribuir” (inconscientemente) estos recursos, favorecemos los idiomas que más percibimos en nuestro entorno. Nuestros hijos e hijas ya tienen contacto con las dos lenguas de la comunidad, y algunos también con otras lenguas familiares. Por lo tanto, si pretendemos aprovechar su multilingüismo emergente y añadir el inglés con buenos resultados, habrá que apoyarlo fuera del aula, dándole más presencia en el entorno. Internet, con todos sus recursos lingüísticos, nos facilita la tarea.
- La autenticidad: El contacto lingüístico mediante materiales auténticos tiene un efecto muy motivador. Aunque no se dan cuenta explícitamente, el contacto auténtico permite que los niños se vean como futuros usuarios del idioma y así se trasladan mediante la imaginación a una comunidad lingüística, parecido a cómo se trasladan a contextos imaginarios cuando juegan. Algo que no tendríamos que subestimar es la capacidad de los niños para entender que el inglés, al contrario de la representación estática y descontextualitzada de los típicos libros del aula, pertenece a una comunidad lingüística real y comporta una cultura rica y dinámica que les puede interesar.
- La autonomía: Según varios estudios lingüísticos, una de las ventajas más importantes de internet en el aprendizaje es que desarrolla la autonomía. Se ha demostrado que más autonomía a la hora de elegir cómo y cuándo aprender inglés mediante internet puede aumentar la motivación, disminuir la ansiedad y promover la participación. Esto contribuye a actitudes positivas tanto hacia el idioma como hacia el aprendizaje en sí, lo cual es muy importante porque las actitudes se consideran los factores afectivos más importantes y más influyentes en el aprendizaje de idiomas.
De acuerdo, pero, ¿cómo puedo yo aprovechar internet para ayudar a mi hijo con el inglés? Ofrezco tres reflexiones:
- Primero, respecto al vocabulario y la pronunciación. Soy profesor de inglés y últimamente he incorporado unos vídeos de canciones que he encontrado en YouTube en una clase de niños de primaria. Los vídeos tratan de cómo suenan las letras del alfabeto, que forma parte de lo que se llama phonics. Los hemos visto de la A hasta la Z y ahora este grupo de niños no solamente saben que es una consonante y como distinguirla de una vocal (muestra de conocimiento proposicional), sino cantan alegremente «L is a consonante, a letter in the alphabet» con una sincronización perfecta y una pronunciación envidiable (muestra de conocimiento procedimental). Además, el efecto motivador de esa actividad ha conseguido que los niños por si solos supieran qué letra tocaba cada semana y que mostraran unas ganas irreprimibles de cantar las canciones.
- Segundo, menos visible que el vocabulario pero fundamental para el desarrollo lingüístico, está la competencia pragmática. Se trata de la capacidad de usar un idioma en función de las normas sociales de la cultura a la cual pertenece. Es difícil de enseñar a los niños porque combina recursos lingüísticos con situaciones cotidianas de una cultura desconocida. Internet nos da acceso a series y dibujos animados en versión original, es decir recursos multimodales en los que escuchamos las palabras y vemos las acciones simultáneamente. No solamente vemos las acciones de los personajes, sino también como actúan dentro del marco de las normas sociales de su cultura y qué son las rutinas lingüísticas adecuadas para cada situación. Los niños desarrollan la competencia pragmática a muy temprana edad y por lo tanto internet nos ofrece una forma llamativa y divertida de aprovecharlo.
- Finalmente, internet promueve la alfabetización digital y multimedia, es decir, habilidades de localización, organización, evaluación, entendimiento y análisis de información. Teniendo en cuenta que, en líneas generales, vivimos en una sociedad de información digital, es fundamental saber utilizar las nuevas tecnologías de la comunicación. Internet permite que nuestros hijos e hijas, que ya son bilingües, desarrollen una alfabetización digital multilingüe en la cual aprovechan las ventajas metalingüísticas y metacognitivas que aporta el contacto con tres o más idiomas. Aunque los niños en edad preescolar y educación infantil parecen desde el exterior aprovechar poco la alfabetización digital, los beneficios se verán plenamente en la adolescencia y la edad adulta, puesto que habrán desarrollado habilidades que hubieran sido imposibles sin tanto contacto con los idiomas.
En conclusión, internet es una herramienta poderosa y asequible que nos ayuda a desarrollar el multilingüismo emergente de nuestros hijos e hijas, añadiendo el inglés a los idiomas de la comunidad y aprovechando los beneficios lingüísticos del contacto de las tres. Si entendemos que conseguir una buena base de inglés no es un módulo que podemos incorporar sino un proceso que empieza en la infancia y continúa a lo largo de la vida, empezamos a dejar la idea de un “arreglo rápido” y abrir el verdadero potencial de internet. Sólo he proporcionado unas reflexiones mías, ahora la cuestión es ¿cómo lo vas a utilizar tú?
*Richard Mark Nightingale es profesor del Departamento de estudios Ingleses de la UJI y miembro del grupo de investigación LAELA.
Más información en: http://gruplaela.uji.es/